Black History July: Lo qué habéis aprendido vosotros y lo qué he aprendido yo.
Muchos lectores participaron en este evento con
la idea de aprender sobre racismo, analizarse y dar voz (más adelante
hablaremos de esto), pero os voy a contar un secreto: el racismo no se cura
leyendo ni creyendo que le das voz a alguien.
La siguiente entrada va a estar
dividida en dos partes: Lo que vosotros habéis aprendido y lo que yo he
aprendido (porque la verdad es que lo he hecho), o no sé, más bien debería decir
que he comprobado mis sospechas.
No seré yo quien rompa vuestra
crisálida u os saque de vuestra burbuja “antirracista” que os habéis creado y os
diga que no habéis aprendido nada con dicho evento, pero la verdad es que el
aprendizaje para una gran parte del sector podría determinarse como inexistente.
Un evento de estas
características no puede estar solo ejecutado por una sola etnia. El primer
aprendizaje que se tenía que haber hecho con dicho evento, era crear un espacio
diverso, sin embargo, en vez de compartirlo os habéis apropiado de él. Nos
habéis echado de él, no sé si de forma voluntaria o involuntaria, da igual,
porque el resultado es el mismo.
Cómo he dicho en anteriores ocasiones, hablar de autores negros siendo negro es extremadamente complicado, cuando lo hacemos asumís que solo son libros “para gente negra”, nuestras palabras carecen de valor. En cambio, si una persona blanca recomienda libros para negros automáticamente es un aliado antirracista y sus palabras son valoradas de otra forma, son mejor acogidas. Muchos de los sucesos que os estáis leyendo estos días los hemos sufrido, es cierto que no podemos compararnos con Estados Unidos, pero sé que es tener que cambiar de vagón porque hay un señor que está mirándome fijamente mientras aprieta el puño, lo que quiero decir con esto, es que en cierta forma cuando nos echáis o no escucháis lo que decimos, anuláis nuestras experiencias. Esa era la primera lección, que no era el momento de hablar, era el momento de escuchar y no lo habéis hecho, y lo que es peor en ningún momento os lo habéis planteado. Nosotros no necesitamos que nos deis voz (cómo he escuchado estos días), la tenemos, lo que necesitamos es que las escuchéis, como diría Ursula k. Le Guin “Para oír, hay que callar”.
No nos silenciéis y no intentéis hablar en nombre
de nadie. No es lo mismo hablar en nombre de alguien que visualizar la obra de
alguien.
Durante este evento algunas
personas habéis dado lugar a comentarios muy cuestionables e incómodos y
obviamente racistas. Sí, porque habéis tenido conductas racistas.
Me sorprendió mucho un comentario
que decía, que el acontecimiento que más le había llamado la atención de un
libro que hablaba de esclavitud (no me recuerdo del título del libro), era como habían
sido discriminados lo blancos que ayudaban a huir a los negros. ¿De verdad que
eso es lo que más te ha llamado la atención de todo el libro? Sí es así, creo
que tenemos un problema. Hablamos de que los negros eran propiedades a las que
pegar, violar y matar de forma impune, pero lo más reseñable, una vez más era
lo que sufrían lo blancos…lástima que no podáis ver mi cara mientras escribo
este párrafo. Sois como Juan Palomo yo me lo guiso, yo me lo como.
Pero los hubo peores…No os voy a
negar que os habéis ido superando a vosotros mismos y también las expectativas
que tenía depositadas en vosotros, lo cual no es un elogio precisamente, pero
volvamos a los comentarios.
Un famoso booktuber y
bookblogger, que no lo citaré, porque sinceramente me da pereza y yo no discuto
sobre racismo, este ni es una opinión ni un punto de vista.
Dicho booktuber hizo la crítica
de Americanah de Chimamanda Ngozi Adichie.
Puedo entender que no te guste, en eso ni tan siquiera voy a entrar, lo que sí
es discutible es cómo expresó que no le gustaba. En un momento dado del video dijo
“No escribe como una nigeriana, escribe cómo una estadounidense” Por dónde
empezar ¿Quién eres tú para cuestionar la identidad de la autora? ¿Cómo escribe
un nigeriano? El problema no es de la autora, el problema es que la autora no
ha encajado en la idea mental que tenías de ella, nunca encajamos en la idea
mental que tenéis de nosotros, y ya que estamos os diré algo, tampoco queremos
hacerlo.
En la misma reseña añadía que la
autora se hacía pesada con el tema del pelo afro, chico, nuestra corona no se
toca. Quizás para ti sea cansino, quizá para una persona negra que ha vivido
años acomplejada con su pelo, porque tampoco encajaba en vuestra mente,
agradezca que la autora sea pesada con dicho tema.
No sabéis el daño que hacéis con vuestro lenguaje, habláis de nosotros como si fuéramos criaturas fantásticas, como si fuéramos unicornios, como si solo existiéramos dentro de los libros, quizás sea porque solo nos veis cuando algo trágico sucede, porque seamos sinceros, para muchos de vosotros no existimos durante el resto del año o en vuestra vida. Pues bien, hola, estamos aquí, y no vamos a dejar de existir por mucho que giréis la cabeza...
Eso era en lo segundo que os
tenías que haber fijado, reconocer el racismo que se había depositado en muchas
de vuestras expresiones, e incluso, del carácter paternal que estabais creando o
desarrollando para hablar de nosotros y nuestras historias, como si no tuviéramos
capacidad y criterio para hablar y definirnos.
Pero por lo visto esta clase de comentarios no eran suficientes, algunos decidisteis ir más lejos, algunos habéis atravesado la línea que demuestra que no tenéis límites, que todo vale para vosotros, que todo vale para obtener beneficio del sufrimiento ajeno.
Con este evento habéis querido poneros en
nuestra piel, quizás en exceso, tanto que habéis subido fotos donde utilizabais
filtros para oscurecerla. Pero mi sorpresa ha llegado hoy 30 de julio,
de verdad que este giro de guion no me lo esperaba, más que nada por la
cantidad de cosas que pensé que ya habríais “aprendido” a estas alturas. Y no será porque dicho tema no se haya tratado en las redes sociales.
Hoy alguien ha decidido pintarse
el brazo de negro para hacerse una foto en bookstagram, os voy a contar otro
secreto más, los negros no tenemos las palmas de las manos ni la planta de los
pies de color negro. Eso me ofende mucho ¿Nunca has visto a un negro? De verdad
que tengo la profunda sensación de que para vosotros somos criaturas
mitológicas. No uno no se pinta o pone filtros para simular que es negro.
Obviamente eso también es racista, nuestra piel no es un disfraz, no es algo
que se pone y luego alegremente te borras y vuelves a tus queridos privilegios,
esos que crees que te dan poder o autoridad para pintarte la piel del color de
la mía con total impunidad.
Sabéis no voy a decir que ojalá yo pudiera
hacer eso, porque no cambiaría mi color por nada del mundo, pero ojalá pudiera
eliminar con la misma facilidad que vosotros el maquillaje, el racismo que
sufro cada día. En realidad, todo vuestro evento, el Black History July, ha sido
un maquillaje que os habéis puesto. Algunos porque querías ser el centro de atención,
otros porque habéis encontrado la oportunidad de crear contenido y así
rentabilizarlo. Solo os habéis puesto una máscara, que por mí parte, nunca
engañó a nadie.
No os habéis dejado un solo hashtag
ni ningún puño negro por poner. No hace falta ser negro para formar parte de
esta causa, pero si hace falta ser crítico con lo que nos rodea para poder
hacerlo, y eso implica una vez más revisarse. Todos hemos sido educados bajo
racismo, incluida yo misma, yo he sido racista, pero la víctima era yo misma,
pero en vuestro caso las víctimas son los demás. Si no estáis seguros de algo vivimos
en la era de la información solo hay que buscar.
Llegados a este punto, puedo decir abiertamente que no habéis aprendido absolutamente nada, porque esa no era la intención de dicho evento, nunca habéis tenido la intención de hacerlo.
Y es por ello, que me ha dado una
pena y rabia absoluta cuando editoriales y tiendas se han sumado a él, a las
mismas que pedimos cada 21 de marzo, Día internacional contra la discriminación racial, (ya
sé que lo sabías, pero he pensado que no estaría mal recordaros la fecha) que
decorasen sus escaparates o diesen visualización a los autores de sus
catálogos. Curiosamente cuando lo pedimos nosotros, no tiene el mismo efecto. Durante vuestro evento han sido el Día de la mujer
afrodescendiente (25 de julio) y hoy día es el Día de la mujer africana (31 de julio),
supongo que esos días carecen de valor.
Si lo máximo que estáis dispuestos a hacer por esta causa es leeros un libro no vamos bien, miráis a Estados Unidos como si aquí no hubiera racismo, supongo que incomoda verlo en casa e incluso ser partícipes de él como hemos podido ver más arriba.
Es el momento de revisarse y salir a la
calle juntos, pero sin ser vosotros los que gritéis por nosotros. Tenemos voz y
queremos que se escuche, que no sea silenciada como en todos estos años, porque
os voy a decir una cosa, los negros no surgimos de golpe con el estreno de pantera
negra.
En cuanto lo que he aprendido yo,
creo que queda bastante claro. He aprendido que sois predecibles, que todo
vale, que no queréis entender que es ser un buen aliado y que en realidad es
una causa que veis como ajena. Lógicamente no todos, no vaya haber drama, pero
si en una parte importante de la gente que ha participado.
Sabéis, los buenos aliados existen, están ahí
siempre y es maravilloso toparse con ellos. Gente que da visualización todo el
año obviamente sin esperar nada.
Con lo dicho en esta entrada no
digo que no podáis hablar de libros de autores negros, ni mucho menos, de hecho,
me parece una estupidez aclararlo. Lo digo que lo hagáis durante todo el año, cuando
no suponga un beneficio y que antes de subir el video os fijéis si habéis
podido decir algún comentario racista o que pueda molestar a alguien.
En fin, conste que no estoy enfadada,
solo ligeramente molesta, casi me provocáis un brote de colon irritable.
Gracias por haber llegado hasta
el final de la entrada, gracias a los buenos aliados y aprovecho para decir que
el feminismo será antirracista o no será.
Saludos y nos leemos.
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