Territorio Lovecraft: Donde Cthulhu Es El Menor De Tus Problemas



El pasado lunes 19 llegaba a su fin la primera temporada de Territorio Lovecraft, serie desarrollada por Misha Green, Jordan Peele, J.J Abrams y que cuenta con Matt Ruff (escritor del libro con el mismo nombre) como guionista y Protagonizada por: Jurnee Smollett ( Letitia), Jonathan Majors (Atticus freeman), Aunjanue Ellis (Hippolyta Freeman), Courtney B. Vance (Geroge Freeman), Abbey Lee (Christina Braithwhite), Jada Harris (Diana Freeman) y Michel K. Williams (Montrose Freeman)

Esta serie ha supuesto para mí un antes y un después. No sé como lograré llevar los lunes ahora que no disfrutaré de ella por las noches.

Nos encontramos ante una serie valiente, necesaria y que ha dicho y dice las cosas tal y como son, sin edulcorar o blanquear (nunca mejor dicho) las partes más atroces de los Estados Unidos de los años 50, cuando las leyes Jim Crow estaban en plena vigencia. 

Nos ha permitido recordar  momentos trágicos  y vergonzosos, como lo acontecido en Tulsa o cuando un grupo de hombres blancos mataron al joven Emmet Till de una forma absolutamente horrorosa. Hablamos de que un grupo de adultos blancos decidieron matar a un niño por ser negro.

Pero a la vez que la serie recordaba a víctimas ya casi olvidadas, también se ha encargado de empoderar a las siguientes generaciones haciendo que estas sean conscientes de sus raíces y de la importancia de la gente que ha peleado antes que nosotros. 

Territorio Lovecraft nos ha mostrado  la diversidad dentro de la diversidad, regalándonos personajes del colectivo LGBTQ +, los cuales ha día de hoy siguen siendo los grandes olvidados.

Territorio Lovecraft nos brinda paralelismos entre los Estados Unidos de los años 50 y el mundo que se cree que ha resuelto las cosas. 

Hay un personaje maravilloso, Ruby, la cual es una mujer negra, no normativa, que suelta todo lo que se le pasa por la cabeza y que tiene muy claro que ella no ha venido a este mundo a continuar sufriendo como lo hicieron sus antepasados. Pero eso cambia cuando conoce a Christina, una joven blanca y adinerada hija del líder de una logia que comienza a darle lo que desea, incluido su protección, a cambio de que esté ahí exclusivamente para ella y sus propósitos.

Bien, esto suele conocerse como "el negro de casa", ese esclavo que se creía que estaba a salvo por cumplir las ordenes de su dueño pensando que de esa forma su vida no correría peligro, pero eso estaba muy lejos de ser cierto.  

Ha día de hoy (y no falta irse muy lejos) hay gente que sigue estando abiertamente del lado del opresor, formando parte de la extrema derecha y que asegura que nunca ha recibido racismo, porque confía que de ese modo no le vaya a pasar nada de forma individual.

Otro paralelismo que en esta ocasión atiza al feminismo blanco, ojo el feminismo blanco no quiere decir que sea exclusivo de la gente blanca, sino que sigue manteniendo esa estructura de privilegios. 

Christina trata de hacerle ver a Ruby (esto es muy de Karens) que las mujeres blancas están igual de oprimidas que las negras, que ella cree en el empoderamiento de ambas...Eso hasta que los privilegios y metas de Christina tienen que pasar por encima de los derechos de Ruby. 

O incluso el hecho de que Atticus (vinculo entre los personajes) sea un joven soldado recién llegado de corea, que se ha jugado la vida por un país que le odia y donde su vida no tiene ningún valor.

Eso es territorio Lovecraft, un mundo donde el auténtico terror es que tiren piedras a tu casa, la quemen, te apaleen por la calle, termines en la cárcel por hablar con una persona blanca y donde un día simplemente te cruces con alguien que te mate por tener más melanina que él y donde Cthulhu sería el mal menor.

¿Por qué se llama así? Porque H.P. Lovecraft era un señor racista que defendía abiertamente a Hitler y al Ku Kux Klan, a parte de ser abiertamente racista en sus obras (eso lo podréis leer en profundidad en el link a la reseña del libro que os dejaré más abajo).

Ha día de hoy hay  gente que sigue teniendo miedo porque sabe que su color de piel en el sitio equivocado puede suponer un problema o no volver a casa, gente que sabe que tendrá que pelear más fuerte para conseguir aquello que se proponga, y que cuando lo haga, le tratarán de convencer de que no se lo merece y que ese no es su sitio una vez más por su color de piel. 

Gracias al personaje de Dee una joven apasionada por la ciencia ficción y la ilustración nos enseñará que las siguientes generaciones (nosotros) tenemos las cosas muy claras y que lejos de estar tristes lo que estan/mos es enfadados de seguir viviendo en Territorio Lovecraft.

Territorio Lovecraft es una serie necesaria que supone un soplo de aire fresco y  que resulta ser mucho más compleja de lo que pueda parecer a simple vista. 

Tengo muchísimas ganas de que llegue la segunda temporada, ya que el autor se ha permitido cambiar cosas respecto al libro.

En esta entrada encontraréis el link a la reseña del libro como a alguno de los poemas que nos han ido dejando a lo largo de esta temporada. 

Espero que le deis una oportunidad tanto al libro como a la serie.




Reseña territorio Lovecraft




Poema Whitey On The Moon de Gil Scott-Heron




Poema Catch The Fire de Sonia Sanchez

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